Información General

La inyección de Toxina Botulínica causa la reducción selectiva y temporal de la contracción en la musculatura hiperactiva, durante un periodo medio de alrededor de 16 semanas, mediante la acción selectiva en las terminaciones nerviosas colinérgicas periféricas.

Las principales indicaciones del tratamiento con Toxina Botulínica son:

  • Estrabismo y blefaroespasmo asociados con distonía muscular.
  • Asimetría facial y arrugas faciales causadas por la hiperactividad muscular en zona frontal, periorbitaria y cervical.
  • Hiperhidrosis o exceso de sudoración en axilas, plantas y palmas.

Las arrugas de expresión facial, aparecen como consecuencia de la contracción de la musculatura que interviene en la mínica del rostro, como es el caso de las del ceño o entrecejo, frente o patas de gallo. La Toxina Botulínica actúa reduciendo de forma selectiva y temporal la contracción de dicha musculatura mediante el bloqueo del transmisor neurológico que participa en este proceso.

La administración de Toxina Botulínica tipo A para el tratamiento de las arrugas de expresión facial es un porcedimiento médico ambulatorio seguro y eficaz en la mayoría de las ocasiones. Se realiza mediante la inyección de pequeñas dosis de producto en las zonas problema susceptibles de producir el efecto deseado, como es la desaparición o atenuación de dicha arruga. Esta respuesta suele aparecer a las 72 horas, manifestándose su efecto máximo a las dos semanas aproximadamente. Durante 24 horas siguientes al tratamiento hay que evitar actividades que puedan facilitar la difusión de la toxina como la práctica deportiva o las sesiones de sauna.

Por tratarse la Toxina Botulínica de un mediador químico, está contraindicado en determinadas circunstancias, como puedan ser enfermedades neuromusculares (como el síndrome de Eaton-Lambert o la Miastenia gravis), embarazo y lactancia, peelings recientes o infecciones activas en el punto de inyección; debe informar a su médico si fuera su caso.

La inyección de Toxina Botulínica actúa reduciendo de forma selectiva y temporal la contracción de la musculatura que interviene en la mímica facial, por un periodo de tiempo que suele oscilar entre los 4 y los 5 meses, aunque se han observado resultados en algunos casos incluso a los 6 meses. Además cabe resaltar que los índices de respuesta suelen mejorar significativamente en los tratamientos sucesivos. No obstante, y por procesos inmunológicos complejos, pudiera no aparecer respuesta al tratamiento con Toxina Botulínica (10% de los casos aproximadamente). Esta resistencia, sin embargo, puede desaparecer espontáneamente, o en pacientes previamente tratados después de tiempo de descanso.

La infiltración se practica mediante una aguja muy fina, y resulta prácticamente indolora. El efecto aparece alrededor del 5º día post-tratamiento, y su efecto máximo empieza alrededor de 15 días.

Tal y como se ha indicado, el tratamiento con TOXINA BOTULÍNICA no es un tratamiento definitivo, su efecto sólo es temporal. La infiltraciones deben practicarse generalmente dos veces al año o con la frecuencia pautada por el facultativo, teniendo en cuenta las circunstancia y características específicas del paciente.

Complicaciones y efectos secundarios

El tratamiento con Toxina Botulínica es un procedimiento habitualmente bien tolerado, que permite la reincorporación precoz a la actividad laboral o social habitual, no obstante se han descrito una serie de complicaciones. Aunque es una técnica terapéutica con un bajo porcentaje de complicaciones y secuelas, sí que pueden producirse. En la mayoría de ocasiones, éstas son autolimitadas en el tiempo y de carácter leve (edema, inflamación, etc.).